El CV y la carta de presentación son la primera etapa en tu proceso de selección.

Aunque podríamos clasificarlo como una simple formalidad (editarlos correctamente no te dará el trabajo), un error en ellos resultaría fatal, dejándote fuera del proceso. El objetivo, por tanto, consiste no tanto en sobresalir (ese es el objetivo de la entrevista) sino en minimizar los errores.